A lo largo de los últimos 10 años, Taylor Swift se ha alejado de su reputación como compositora de dramáticas baladas sobre amores perdidos. Sus últimos álbumes la han presentado en un papel más optimista y romántico, explorando temas de complicidad, cariño y lealtad en sus relaciones. Sin embargo, parece que la estrella ha vuelto a sus orígenes con este nuevo trabajo, que promete un viaje a través de la introspección y la catarsis emocional.