La victoria de Trump marca el inicio de una era de transformación para Estados Unidos y el mundo. Como declaró en su discurso de victoria en West Palm Beach, Florida, él lidera "el más grande movimiento político de todos los tiempos" y asume el cargo con un "mandato sin precedentes y poderoso". Tales declaraciones, junto con sus propuestas de cambios radicales en política exterior, comercio y migración, sugieren que los próximos cuatro años redefinirán significativamente el papel de Estados Unidos en el escenario global. Lo único certero es que el mundo observará atentamente cada paso de esta nueva administración Trump.